Ausente de mi presente, dualidad entre lo etéreo-terrenal y terrenal-etéreo. Miro mi mano esta tan cerca de la tierra y tan lejos del alma. El alma viaja se rehusa a quedarse en el escalón de la pausa donde esta lo inalcanzable en donde mi cuerpo encuentra lo conocido, lo obvio, lo confortable-reconfortable, lo -ya- innecesario. El alma viaja por lugares bellos llenos de color disfruta el lugar donde hay agua y dentro piedras de color gris mientras el cuerpo se convence de dejar la pausa. No podemos estar separados no puede haber un cuerpo sin alma y un alma sin cuerpo  -aquí en otros espacios no lo sé-, me prometo encontrar el play para ver lo bello, el color, el agua, las piedras color gris estar presente en mi presente.